viernes, 12 de noviembre de 2010

Buscar en los espejos

Estaba en boca de todos, era conocido por buscar en los espejo.
Decía que no podía ver nada, que no existía “el reflejo”, se negaba a creer que dentro de una lamina de cristal se podía encontrar uno a sí mismo. No entendía porque la gente sé miraba en esos cristales, no dejaba de preguntarse que miraban con tanta pasión. Llegó a creer que aquellos cristales sólo engañaban a las personas.
Una noche se dedicó a  romperlos todos. Casa por casa, los arrojó uno a uno por las ventanas.
Al día siguiente, no podía creer lo que veía, todos los restos de cristales, 
se había multiplicado había espejos pequeños por la calle. 
Cualquiera podía coger un trocito, y verse en ellos.
Y perderse en el reflejo de si mismos.
Desde aquel día ese hombre no dejó nunca de mirar los espejos, tratando de buscarse.
Sabiendo que no veía nada, sin entender el por qué, sin saber lo triste que era. 
Buscó en los espejos como uno más.


2 comentarios:

Ahab dijo...

Uno de los artilugios más atroces que ha inventado el hombre, el espejo.
Sólo ha servido para des-conocerse más.

salud

Anónimo dijo...

no me hacía yo ya por estos lares, me he exiliado lejos pero olé, una pregunta Carlos los pájaros siguen en el mar? supongo k hay que destruir la cultura del reflejo y tb la contracultura, que asco de mundo maniqueo