Olvidamos.
Y lo sabemos.
El olvido parece ser una pseudo enfermedad
que siempre ha persiguido al ser humano,
e incluso que él mismo siendo consciente la ha alimentado.
Olvidamos aquello que no ha sido grato.
Aquello sin importancia.
Aquello que no quisimos apreciar con todos los sentidos,
pero que hizo presencia en cada uno de ellos.
Olvidamos incluso lo que no queremos olvidar.
Aquello que durante un segundo fue eterno.
Aquello que fue la cima más alta desde donde viste el mundo.
Aquello que va desgastando las prisas del tiempo.
Aquello que perdió el brillo.
Y eso nos duele.
Y pararlo nos resulta dificil.
Como si de un saco sin fondo se tratase.
Con un cuello enorme como entrada
que invita a abarcar todo lo que es posible,
Todo lo real e imaginario.
Ignoramos los pequeños agujeros en su tejidos.
Por donde cuelan esas pequeñas cosas
que paso a paso nos vamos encontrando
en nuestro largo caminar.
Intentamos esconder el olvido.
el mismo que incompresiblemente comprendemos.
4 comentarios:
El olvido lo crearón los cientificos de los estados capitalistas y dictatoriales, osea todos, pobres y ricos, para que la población olvide sus mandatos infames.
olvido,olvidito, yo no olvido un día escuchando open your eyes de guano apes en el cuarto de la hermana de toro a to voz, como ahora lo tengo puesto, cuando aún la música no era esa puta que nos enseña las bragas, hay momentos tan especiales que declarán su autonomía con respecto al tiempo, hay que ser nacionalista de los momentos mágicos...
Carlos no me olvides, jajajaja...
El peor olvido de todos, por encima del que nosotros buscamos, o el que es fruto de un descuido, es aquel que como un ladrón nos arrebata todos nuestros recuerdos, desde nuestra infancia hasta aquello que dijimos hace 5minutos. Ese viaje hacia un olvido absoluto sin duda es el más frustrante, tanto para el que olvida como para los que observan a las orillas del camino, sin poder intervenir en el proceso.
Todos esperamos que la vida nunca nos arrastre hacia ese destino, el que, sin retorno, camina hacia el olvido.
En la penumbra de un mugriento café vislumbré unos ojos de una melancolía extrema. Ebrio logré lo que algunos(amigos mios) llamaron conversación y otros un acoso verbal. Sé que al final de ésta le arranque su nombre de la boca, pero yo sólo puedo recordar(por mucho que lo intente) unos alicaidos ojos glaucos y extraño profundo sentimiento de tristeza.
Un compendio de olvido y recuerdo, de eso estamos hechos. Porque somos tanto lo que aprehendemos como lo que se nos cae de los bolsillos de la conciencia.
.Anómalo.
...hasta que un olor, una canción, e incluso un color te recuerda quién fuíste en ese momento determinado.
Te linko a mi flog amigo.
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